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DIN MATAMORO. La mirada encendida

Ficha

Fechas: 
4 junio 2021 - 9 enero 2022
Lugar: 
Salas de exposición de la primera planta
Horario: 
martes a sábados (festivos incluidos) de 11.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00, domingos, de 11.00 a 14.30
Producción: 
MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo
Comisariado: 
Miguel Fernández-Cid
Comisariado: 
Pilar Souto Soto


Para su exposición en el MARCO, Din Matamoro (Vigo, 1958) toma como punto de partida una célebre premisa de Kandinsky: “El blanco es un silencio profundo, absoluto, lleno de posibilidades”. Esta muestra reúne una selección de su obra de los últimos años, centrada en el estudio del color, acompañada de otras piezas de épocas anteriores que, como todo el trabajo de este artista, implica un ensayo sobre la percepción, sus mecanismos y emociones.

Din Matamoro pinta cuadros en apariencia monocromos y lo hace lentamente, aplicando con cuidado sucesivas capas de materia. Quizá por eso, los percibimos densos pero nunca estáticos. Quien se detiene ante ellos, quien los observa con curiosidad, quien les dedica tiempo, siente cómo asoman formas y colores, escondidos tras la última capa, tras la piel de la pintura. Los cuadros desvelan lo que sucede dentro, la pintura como materia viva, lento misterio, espacio interior de rumores. El ojo que interroga, la pintura que seduce y dialoga.

Din Matamoro vive entre imágenes: las que dibuja con inusual voracidad, las que encuentra en los objetos cotidianos, las que construye, las que escribe, las que pinta. No hay descanso ni tiempo de azar, todo es un proceso, un preparar el momento, con ojo avizor, sagaz, generoso. Mente y taller siempre en ebullición, pero una certeza firme –insobornable– del destino elegido, de la actitud, del rigor, del pulso. Dice dudar de todo lo que rodea a la pintura, de cómo se percibe, pero sabe siempre que la luz está en el interior del cuadro y termina mostrándose.

Los cuadros de Din Matamoro, solo en apariencia desnudos, tienen su lugar en una pintura atemporal y contemporánea, que marcó épocas y nuevos modos de mirarla, de entenderla. Pintura de tacto, de equilibrio, pero también de aparición, de desvelamiento; pintura para pasear por ella, para conversar. Pintura viva. 

Miguel Fernández-Cid y Pilar Souto Soto

Documentación

La Biblioteca-Centro de Documentación del MARCO ha preparado un dossier documental, que reúne enlaces a artículos e información complementaria sobre el artista, accesibles para consulta desde la web del MARCO www.marcovigo.com en los apartados Biblioteca/Noticias y Exposiciones/Actuales.

Programación para escolares


Colabora: Obra Social “la Caixa”
A partir del 14 de septiembre de 2021
Horario: de martes a viernes de 11.00 a 13.30 / Previa cita en los tel. 986 113900 Ext. 100/ 986 113908

Talleres de verano para público infantil


Colabora: Obra Social “la Caixa”
Del 29 de junio al 29 de julio de 2021
Horario: de martes a viernes de 12.00 a 14.00 / Previa reserva en los tel. 986 113900 Ext. 100/ 986 113908

Información y visitas guiadas

El personal de salas está disponible para cualquier consulta o información relativa a la exposición, además de las visitas guiadas habituales:

Todos los días a las 18.00
Visitas ‘a la carta’ para grupos, previa cita en los tel. 986 113900 / 986 113904

Rutas interactivas a través de la App Vigo

Además de las visitas guiadas, el nuevo sistema de rutas interactivas a través de la App Vigo permite a los visitantes acceder a todo tipo de contenido sobre la exposición (vídeos, imágenes, información específica sobre las obras), sea en el propio espacio mediante los beacons o dispositivos bluetooth situados en salas, o en cualquier otro lugar, siguiendo la ruta desde la pantalla del móvil unha vez descargada la aplicación, o desde su equipo a través de la web del Concello de Vigo.

Artistas

Din Matamoro


Din Matamoro nace en Vigo en 1958, es licenciado en Bellas Artes, en pintura y grabado calcográfico por la Universidad Complutense de Madrid. Participó en los Talleres de Arte Actual con Antonio Saura en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, en las dos primeras Muestras de Arte Joven y en numerosas colectivas en los años ochenta, como Circulando en el Círculo de Bellas Artes, Punto, Periferias y Acta 88, entre otras. Obtuvo la Beca Colmeiro con Berta Cáccamo y Antonio Murado, fue becado por el comité conjunto Hispano Norteamericano con la beca Fullbright, Nueva York (1988-89), así como la beca de la Real Academia de Bellas Artes de España en Roma (1990-91), y la Beca Banesto. Obtuvo el segundo premio en la Bienal de Pontevedra en el año 1990.

Es miembro de la Real Academia Galega de Bellas Artes, desde 2015.

Sus primeras individuales fueron en la galería Oliva Mara en Madrid, en la galería Abel Lepina en Vigo, y participó en el primer happening de ‘Baiona Horizonte Atlántico’ con Carlos Oroza, en la finca O Toutizal, en Baiona. Expuso la obra de Nueva York y Roma en la galería Antonio Machón de Madrid, y en la Casa da Parra de Santiago de Compostela. Buena parte de sus exposiciones individuales han tenido lugar en la galería Trinta, Santiago de Compostela, y también en galería Seiquer, Madrid; galería Marisa Marimón, Ourense; galería Masha Prieto, Madrid; galería Fernando Silió, Santander; galería Alebús, Elche; y en la galería SCQ, Santiago de Compostela; galería Atlántica, A Coruña; galería Álvarez, Oporto; galería Dos Coimbras, Braga; o galería VGO, Vigo, entre otras.

En el año 2005 el CGAC Centro Galego de Arte Contemporánea organizó una exposición individual de Din Matamoro con el título Imágenes Mentales, que posteriormente viajó al Museo de Arte Contemporáneo CAMeC La Spezia, en Liguria, Italia. A partir de entonces tuvo tres individuales en la galería La Caja China de Sevilla, participó en muestras colectivas en el CGAC, y en la exposición Entre el Cielo y la Tierra. Doce miradas al Greco 400 años después, en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid y en la Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid. También formó parte de dos muestras colectivas en el MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo: Pintura Mutante, comisariada por Ignacio Pérez-Jofre en 2007, y El boceto del mundo, comisariada por Ángel Cerviño y Alberto González Alegre en 2013. Ha participado en ferias de Arte Contemporáneo como ARCO, Estampa, o Just Madrid. Recientemente ha expuesto en dos ocasiones en la galería Trinta, y en la galería Combustión Espontánea de Madrid, con una colectiva y una individual.

En junio de 2021 el MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo le dedica la exposición La mirada encendida, como un recorrido por su trabajo más reciente.

http://www.dinmatamoro.com/

Texto artista

“Pinto con luz natural, una luz que se desplaza y cambia. Mi obra pictórica también lo hace, se transforma delante de quien la contempla.

Hace tiempo que comencé desde el blanco, del despertar de la luz, del color, para alcanzar lo inmaterial. Al principio descarté la materia, me quedé quieto ante la pantalla y con el tiempo me di cuenta de que no hay más satisfacción en el resultado que pintar con pintura y su espesor. La pintura siempre da seguridad en todos los sentidos. Pintar es un acto físico, una batalla con la materia, en un soporte que debe ser transformado para que surjan con naturalidad las imágenes. Es construir una piel encima del entramado del lienzo.

Con el paso del tiempo trabajado, apareció el color, formas sintetizadas en la obra. Pero mi intención era que los cuadros fuesen etéreos como el olvido. Así que fui descubriendo que surgían cambios en mi percepción ante las obras, en la intensidad cromática, había vida en ellas mientras las observaba.

Desde el interior de la pintura, la luz y el color se movían en la retina con su inmaterialidad o evanescencia. Esta sensación la veía a veces, cuando llegaba al estudio descuidado y percibía que esos cuadros que había terminado cambiaban de tal manera que los veía como si fuese la primera vez. En la sala de exposiciones a veces no reconocía algunas de mis pinturas, era como si se hubiesen vestido para la ocasión, mi cerebro tenía que volver a comprender, las piezas exigían que me parase ante ellas para que se mostrasen ante mí.

Estas pinturas que presento piden que el espectador se detenga a contemplarlas y es entonces, cuando en su cerebro se producen los cambios necesarios para percibirlas.

Trabajo con colores luminosos en expansión, con una misma gama cromática y generalmente cálidos, sin límites, ni líneas, ni pinceladas o gestos. Extensiones difusas que hacen flotar el color en espacios que parecen blancos, pero no lo son. Los colores se alimentan de la mirada del espectador, que descubre matices que no existen, o que están ocultos y salen a su encuentro, es como si el que mira completase la obra. Podemos decir que son pinturas vivas, no están congeladas en el tiempo, como un gesto, una pincelada corta o larga que termina en algún lugar del cuadro, o una representación estática, abstracta o figurativa.

Por otra parte, está el dibujo. Para mí es una herramienta fundamental, el dibujo está en la mente, en la mirada de los días, en los papeles, en los cuadernos, en los libros que me sirven como un ejercicio pictórico de pinceladas, una obsesión para no perder la agilidad de la mano, el juego y la sorpresa, o como investigación para posibles cambios en la representación. Dibujo todos los días con la mirada y la mano, con el giro de la muñeca, a través de lo cotidiano.

Utilizo la línea curva y ella me devuelve imágenes vividas. Observo la rama de invierno, el sendero que dibuja, el horizonte y la ola, la nube y el árbol, los animales o el cuerpo humano. Me sorprendo en la rutina de la cocina, al pelar un ajo, una cebolla, una patata…, al cocinar un huevo. Mi cerebro reconoce formas o perfiles azarosos que me devuelven al dibujo y registro a través de la fotografía.

Una constante en mi vida es el olvido y la incertidumbre que provoca. Con la obra Mitad de la Memoria quise reflejar esta idea. Una pieza obsesiva y eterna que presento a través de veintiún tomos de una enciclopedia. Compendio del conocimiento, de la memoria colectiva en la que borré parte de la información a través de mi lenguaje, cambiando una información prosaica por otra etérea, de espacio, de olvido, de incertidumbre futura; en algunas páginas el ser humano aparece como una huella, o pasajero de la memoria.

Además de la obra pictórica, hay también papeles y dibujos, otros libros de ejercicios de memoria y olvido, síntesis y libertad en proceso siempre a lo largo de estos años.”

Din Matamoro