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LENGUAJES ESCULTÓRICOS CONTEMPORÁNEOS. Del monumento conmemorativo a la performance

LENGUAJES ESCULTÓRICOS CONTEMPORÁNEOS. Del monumento conmemorativo a la performance

Fechas: 
19 octubre 2016 - 31 mayo 2017
Horario: 
Mércores de 19.30 a 21.00
Lugar: 
Salón de Actos
Precio: 
190€ (desconto do 20% para membros da Agrupación de Amigos do MARCO e para estudantes, previa acreditación), coa posibilidade de pago fraccionado nos prazos e condicións sinalados na ficha de inscrición.
Organiza: MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo
Docente: Ana Pereira Molares
Total número sesiones: 23
PLAZAS LIMITADAS. Inscripción y matrícula a partir del 15 de septiembre

RESUMEN / PRESENTACIÓN


El objeto de este curso es realizar una aproximación a los lenguajes escultóricos contemporáneos que refleje, no solamente los cambios experimentados por la propia práctica de la escultura, o su relación con el contexto social, sino también las transformaciones en la percepción de la obra por parte de su receptor.
En la escultura el artista utiliza como medio de expresión la creación de figuras u objetos tridimensionales; es decir volúmenes, que a su vez conforman y definen espacios, y lo hace a través lenguajes muy diversos que han evolucionado y cambiado a lo largo de la historia. Con la llegada del siglo XX, momento en que ve la luz un arte nuevo marcado por una clara posición de ruptura respecto al pasado, la escultura será la actividad artística que experimente los cambios más revolucionarios, que serán ya imparables a lo largo de toda una centuria. Durante más de 100 años la escultura rompe con muchas cosas, pero será sobre todo en torno a dos fases —1906-30 y 1960-70— cuando se produzca la verdadera expansión del concepto escultórico.
 
Desde las vanguardias hasta la actualidad, las nuevas maneras de entender el hecho escultórico han provocado, con mayor o menor intensidad, los cambios más trascendentales jamás ocurridos: más que una mera cuestión de formas nuevas, se trataba de un arte nuevo. A lo largo del siglo XX la escultura no solo abandona la lógica del monumento y su emplazamiento, sino que experimenta además el declive de lo que parecía ser consustancial a la práctica escultórica: su naturaleza estatuaria. La independencia del contexto y la progresiva disolución de ciertos rasgos como monumentalidad, naturalismo, etc., y de unas funciones conmemorativo-narrativas que hasta entonces la habían definido como tal, fueron el comienzo de una serie de rupturas con las convenciones conceptuales de la escultura histórica. Comienza así la conquista de una libertad negativa: no a los preceptos clásicos que le asignaban un lugar, una función y una simbología; libertad frente a cualquier contenido posible; búsqueda de nuevos materiales, de nuevos valores y lenguajes; rasgos que son en cierto modo símbolos de una liberación.

La historia de la escultura moderna será pues la de un radical proceso de transformación que la apartó de su carácter estatuario para convertirse en una práctica autónoma emancipada del lugar, del pedestal, de referencias simbólicas y de modelos. El concepto escultórico clásico será redefinido y analizado en toda su profundidad, eso sí a través de exploraciones plurales y caminos diversos. A lo largo de esta trayectoria la escultura se ensimisma, se emancipa o se hace mayor, produciéndose una conquista estética de lo indefinido y un ensanchamiento de los horizontes del objeto escultórico que le lleva de la ciudad al taller, del taller al museo y del museo de nuevo a la calle, de la que había huido, desde unos planteamientos totalmente novedosos.