“El sonido ha jugado siempre un importante papel en el trabajo de Massimo Bartolini, que en la exposición HUM rinde homenaje a una de las personalidades más geniales y visionarias del siglo XX: Glenn Gould.

Sin embargo, no es tanto la figura del Gould músico la que interesa a Bartolini, como la del artista inconformista, la del hombre que abandonó una carrera fulgurante en el momento de su máximo esplendor, aislándose totalmente en el gran Norte y ‘comunicándose con el mundo sólo a través del estudio de grabación’. Esta fue la forma elegida por Gould para llevar a cabo una rigurosa investigación teórica y especulativa centrada en la no-presencia, en la transmisión del pensamiento como pura voz, mediante la experimentación con las posibilidades que ofrecían los nuevos medios electrónicos, desde la técnica del montaje hasta la grabación de transmisiones radiofónicas.

Los nuevos procesos tecnológicos del estudio de grabación permitieron al visionario artista canadiense hacer realidad ese ‘abrazo global más allá del tiempo y del espacio’ del que hablaba su amigo Marshall McLuhan en un ensayo pionero sobre los nuevos medios electrónicos —Understanding Media: the Extensions of Man— publicado en 1964, el mismo año en que Gould dejó los escenarios. Al mismo tiempo, la tecnología le permitió llevar a la práctica la ‘muerte del autor’ de los teóricos post-estructuralistas franceses en esos mismos años, y ‘liberar’ —en palabras de Roland Barthes— el texto/obra de su asociación tradicional con el autor/artista, buscando su sentido último en el destinatario; en otras palabras: en el lector, en el oyente.

En esta exposición, las dos instalaciones de Massimo Bartolini están dedicadas a la ‘historia de amor con el micrófono’ —tal como se la ha definido recientemente— de Gould, pero más en general a la idea de grabación como presencia y como comunicación a distancia al mismo tiempo. Están construidas en torno al poder evocador y sugerente de la voz del músico canadiense en la segunda grabación de las Variaciones Goldberg, y en el texto radiofónico The Idea of North.

Lo que Bartolini pone en escena en HUM es una presencia sin cuerpo, puro sonido: el espacio vacío, transformado en un ambiente sinestésico pintado de colores que se corresponden con las tonalidades de Sol mayor —tema dominante en las Variaciones Goldberg—, solo adquiere vida a través del murmullo, de los fonemas sin sentido que marcan el ritmo del fraseo musical. El famoso tarareo de Gould en su grabación, HUM, de 1981, se transforma en una partitura vocal autónoma interpretada por el barítono Nicholas Isherwood: sonidos puros de gran fuerza evocadora animan el espacio, se fragmentan y recomponen en la memoria, en la percepción de quien escucha. Mientras tanto, la sonrisa estática de Jagannath —la forma de Krishna asociada al sueño y a la noche— con sus grandes ojos abiertos, gira hipnóticamente en la carátula del disco de vinilo, creando así un efecto similar al que debieron tener las Variaciones Goldberg en el conde insomne para quien Bach las compuso.

De forma similar, Singing North, el collage compuesto e interpretado por Nicholas Isherwood a partir del texto original del programa radiofónico de 1967, lleva al extremo la idea de contrapunto de esta pieza de Gould, dejando que la imaginación y percepción de cada individuo se despliegue frente a una pared blanca que canta; superficie neutra ideal para recibir las proyecciones del espectador/oyente.

El proceso de grabación, en ausencia de la persona del narrador, permite que la historia se despliegue sin caras, sin límites figurativos. La ausencia del sujeto se convierte así en premisa de algo que puede ser compartido por todos, haciendo posible aquel abrazo con el mundo, con una comunidad global que consiste en la coexistencia de voces, capaz de proyectar a quien escucha hacia una dimensión compartida, libre de compromisos de autoría y autoridad: quizá el Norte, aquel Norte de Gould, con su imagen mítica de utopía y libertad, que traza el artista como memorando sobre uno de los rayos del gran mapa verde”.

Anna Cestelli Guidi
[Comisaria de la exposición]