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TERESA MORO. El efecto reliquia

Ficha

Fechas: 
14 enero 2022 - 1 mayo 2022
Lugar: 
Galería B1 y sala perimetral de la 1ª planta
Horario: 
martes a sábados (festivos incluidos) de 11.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00, domingos, de 11.00 a 14.30
Producción: 
MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo
Comisariado: 
Miguel Fernández-Cid
Comisariado: 
Pilar Souto Soto

Con la colaboración de: 
Deputación de Pontevedra

Para Teresa Moro, “efecto reliquia” es aquella emoción que se despierta en ella cuando cree encontrarse ante un objeto (una paleta, un taburete, la cama…), que pudiera haber pertenecido o haber sido utilizado por un artista, actual o pasado, al cual ella admira.

Durante la época clásica en los santuarios se guardaban artículos venerables asociados con el héroe, incluidos ropas y muebles. En principio, los antiguos griegos no atribuían a aquellos restos propiedades milagrosas, sino que su presencia tenía una misión protectora. Es esta segunda función la que interesa a la artista, quien apoyada en su pasión por rastrear, recolectar y archivar, hace ya varios años comenzó una personal campaña de rescate de reliquias, como estrategia defensiva frente a las amenazas que sentía que asediaban al creador contemporáneo. 

Este proyecto pretende mostrar parte del botín de ejemplares encontrados por Moro tras peregrinaciones reales o virtuales, que ella va clasificando en un particular archivo gráfico.

Archivo que traslada a la pared del estudio, que poco a poco adquiere el aspecto de un altar votivo. El espacio de trabajo se ha transformado en un lugar dedicado a rendir culto a los ídolos. Taller de artista-coleccionista convertido en cámara donde se custodian esos objetos anteriormente usados por otros. Suelen ser cosas ordinarias, a las que la relación diaria con sus dueños ha convertido en únicas. Y que por ese estatus de singularidad son incorporados al tesoro de reliquias.

Walter Benjamin pensaba que cuando un coleccionista pasaba revista a los artículos que componían su colección de alguna manera afloraba en él la memoria del pasado de esos objetos. De igual manera, cada una de las reliquias que Moro nos enseña es un recuerdo evocado en el presente que gracias al acto de preservarlo se proyecta hacia el futuro. Ella cree que la huella de aquellos artistas a quienes pertenecieron se conserva latente en sus enseres y revivirá gracias al hecho de reunirlos, y esa reminiscencia quedará en la obra realizada bajo su invocación.

El recorrido se organiza en varias series: postales, estudios, reliquias y camas.

Obstinarse en recolectar y convertir a esos artículos de uso común en protagonistas de la obra, y además hacerlo pintando hoy, constituye un acto de resistencia frente a la estandarización y una manera de rendir tributo a los maestros. Toda una reivindicación de la creación como experiencia extraordinaria. 

Dossier documental

Paralelamente a la exposición, la Biblioteca-Centro de Documentación del MARCO ha preparado un dossier documental, que reúne enlaces a artículos e información complementaria sobre la artista, accesible para consulta desde la web del MARCO www.marcovigo.com en los apartados Biblioteca/Noticias y Exposiciones/Actuales.

Programación para escolares

Colabora: Obra Social “la Caixa”

A partir del 18 de enero de 2022
Horario: de martes a viernes de 11.00 a 13.30
Previa cita: tel. 986 113900 Ext. 100 / 986 113908 / Correo-e: comunicacion@marcovigo.com

Talleres infantiles de fin de semana

Colabora: Obra Social “la Caixa”

A partir del 15 de enero de 2022
Horario: sábados de 11.00 a 12.30 (de 3 a 6 años) y de 12.30 a 14.00 (de 7 a 12 años)
Previa inscripción: tel. 986 113900 Ext. 100 / 986 113908 / Correo-e: recepcion.marco@gmail.com

Información y visitas guiadas

El personal de salas está disponible para cualquier consulta o información relativa a la exposición, además de las visitas guiadas habituales:

Todos los días a las 18.00
Visitas ‘a la carta’ para grupos, previa cita en los tel. 986 113900 / 986 113908

Rutas interactivas a través de la App Vigo

El nuevo sistema de rutas interactivas a través de la App Vigo permite a los visitantes acceder a todo tipo de contenido sobre la exposición (vídeos, imágenes, información específica sobre las obras), sea en el propio espacio mediante los beacons o dispositivos bluetooth situados en salas, o en cualquier otro lugar, siguiendo la ruta desde la pantalla del móvil unha vez descargada la aplicación, o desde su equipo a través de la web del Concello de Vigo.

Artistas

Teresa Moro


Teresa Moro
(Madrid, 1970) vive y tiene su estudio en Pozuelo de Alarcón. Formada en la Universidad Complutense (Licenciada en Bellas Artes en la especialidad de Pintura), y en Chelsea School of Art and Design de Londres, donde estudió un curso en el Departamento de Pintura.

Vinculada desde 1997 a la galería My name’s Lolita Art, y a partir de 2010 a la galería santanderina Siboney, también colabora con Galería Trinta de Santiago de Compostela y Espacio Líquido de Gijón. Fuera de España ha trabajado con la galería MCO de Oporto y la neoyorkina Foxy Productions.

Desde 1994, año de su primera individual, ha realizado numerosas exposiciones, entre las que se incluyen las siguientes: “Es fácil encontrar una cama de Judd” solo project para Arte Santander; “Soñar en el estudio, pensar en la cocina, pintar en la cama”, Minim Madrid; “Seguir pintando” galería Siboney, Santander; “Seguir pintando”, galería MCO Oporto; “El mueble permanece”, galería Trinta, Santiago de Compostela; “Zona de confort”, Espacio Líquido, Gijón; “Línea italiana”, solo Project en SETUP, Bolonia; “Intento de apropiación de una silla de París II, spin-off”, galería Siboney, Santander; “La invitada inesperada”, galería My name’s Lolita Art, Madrid; “Atracciones”, galería Siboney, Santander; “La coleccionista”, galería Bacelos, Vigo; “Emboscada” (mural en el marco del programa 4 paredes), CAB de Burgos; “Safari”, galería My name’s Lolita Art, Madrid; “Vida salvaje”, Sala Carlos III de la Universidad de Pamplona; y “Wildlife”, Foxy Productions Gallery, Nueva York.

Entre las colectivas en las que ha participado recientemente destacan: “Epílogo a la siesta de un fauno”, Museo de Teruel; “Salón retaguardia”, Factoría del arte, Madrid; “A la manera de II”, galería Rafael Ortiz, Sevilla; “Las mujeres de Lolita”, My name’s Lolita Art, Madrid; “Dibujar la tormenta”, Biblioteca Central de Cantabria, Santander; “Casa-Calle-Estudio-Barrio”, CentroCentro Madrid; “Papeleo. Dibujo Contemporáneo Español”, TAM. Today Art Museum, Pekín; “Ecco Domus”, Art House Jersey City; “Pintura en voz baja. Ecos de Morandi en el arte español”, Centro José Guerrero Granada; “Freestyle. Perspectivas de dibujo contemporáneo”, sala de exposiciones Caja Murcia; Palacio de Pedreño; Cartagena; “Selections from the Hoggard-Wagner Art Collection”, English Kills Gallery, Brooklyn, Nueva York; “Extrarradio”, MAG Mustang Art Gallery, Elche; “[I+E] La Colección”, CAB Centro de Arte Caja Burgos.

En 2020 obtuvo una de las Ayudas a la creación S.O.S. Cultura de VEGAP, y en 2009 una beca en la XI Edición de Becas Endesa para Artes Plásticas. En 1994 ganó la beca Banesto de Creación Artística, y en 2001 disfrutó de una estancia en el Colegio de España en París, convocada por el Ministerio de Cultura.

Su obra figura en distintos museos y colecciones como: Colección Coca-Cola; MoMA, Nueva York (Colección Judith Rothschild) ; CGAC, Santiago de Compostela; Gobierno de Cantabria (Colección Norte); CAB, Burgos; Hoggard-Wagner Collection, Nueva York; Museo de Arte Contemporáneo del Ayuntamiento de Madrid; Colección Himalaya; Ministerio de Cultura de España; Fundación Endesa; Colección Unicaja, Málaga; o Diputación de Cádiz (Colección Aduana), entre otras.

 

Texto curatorial

Visitar el estudio de un artista es una experiencia delatora: quien entra con ojos inquietos descubre sus materiales, su modo de trabajar, sus apoyos, incluso sus costumbres. En algunos reina un orden casi estricto, en otros un desorden al que siempre es posible encontrar sentido; por todos se mueven los artistas con sorprendente soltura.

Hay artistas que clasifican brochas y lápices, que los tienen ordenados en perfecto estado de revista. Amontonan otros los cuadros en habitaciones y pasillos. Trabajan unos en varias obras al mismo tiempo y las despliegan por las paredes de sus estudios, mientras otros se vuelcan en un único empeño. Antes había siempre una mesa de dibujo, el espacio del teléfono y un sillón estratégicamente dispuesto para ver cómo avanza la obra.

Teresa Moro (Madrid, 1970) lleva años deteniéndose en esos espacios, visitando los de sus amigos, viajando para conocer los de artistas cuya obra admira o siente cercana, coleccionando reproducciones o copias de imágenes bajadas de la red. De ese material parte para realizar dibujos y pinturas, casi siempre de pequeño formato, viendo los objetos de frente, sobre fondos en apariencia neutros, con un modo de pintar en extremo personal.

Gafas, pipas, mesas de trabajo, pinceles, tubos de pintura, paletas, sillas, sofás, ropa, libros, puertas, mirillas, placas, escaleras, objetos… y las camas de los artistas atraen su atención y los lleva a la tela o al papel. El resultado es un homenaje a la pintura, al acto de pintar y tal vez su respuesta a la pregunta de su querido Ángel González García: “¿Quién sabe lo que hacen los pintores en sus estudios? ¿Dormir? ¿Soñar tal vez?”.

Miguel Fernández-Cid / Pilar Souto Soto

Texto artista

El Efecto Reliquia

La pasión urgente por rastrear, recolectar y archivar, alienta este proyecto. El clasificador que me interesa es el que usa su habilidad para analizar el pasado con el deseo de entender el presente y proyectarlo hacia el futuro. Tarea que se tornará feliz, si se acepta que uno de los placeres inherentes a coleccionar es el hecho de que nunca terminarás de hacerlo.

En la antigüedad clásica los santuarios guardaban colecciones de artículos venerables asociados con el héroe, incluidos ropas y muebles. En principio los griegos no atribuían a aquellos restos milagros, sino que su presencia tenía una misión protectora.

Actualmente son otras las amenazas. En estos tiempos de constante asedio de quienes cuestionan la pertinencia de dedicarse al arte, se ha hecho evidente la necesidad de una estrategia defensiva en torno a la pintura. Esta está en riesgo de convertirse en un ‘culto heroico’, y resulta inaplazable impulsar una campaña de búsqueda de reliquias que la tutele. Rastros y restos que fueron propiedad de autores por los que se sienta devoción, que puedan restaurar la fe en su práctica.

Así, el espacio de trabajo, ahora, se ha transformado en un lugar dedicado a rendir culto a los ídolos. Taller de artista-coleccionista convertido en cámara acorazada donde se atesora documentación de objetos que pudieran haber pertenecido o haber estado en contacto con diferentes creadores. Porque esa relación con sus dueños es la que produce la metamorfosis de las cosas corrientes en únicas. Y es por ese estatus de singularidad por lo que se añaden al particular listado, que se nutre, principalmente, de pistas y hallazgos conseguidos en Internet y otras publicaciones.

Walter Benjamin, en un discurso sobre el coleccionismo[1], escribió que los coleccionistas son fisonomistas del mundo de los objetos. Más adelante habla de la evocación de imágenes y recuerdos que se despiertan en él al desempaquetar su colección de libros tras una mudanza. Y concluye diciendo que para el coleccionista la propiedad es la relación más íntima que se puede tener con los objetos; y que no es que estos cobren vida en él, sino que él es quien vive en ellos. De esta idea emana la teoría del ‘Efecto Reliquia’.

Se han contado a lo largo de la historia infinidad de casos de reliquias falsas, que se seguían venerando. A pesar de su dudosa autenticidad, los fieles mantenían la creencia en sus propiedades mágicas. Algo parecido ocurre cuando, tras una peregrinación ya sea real o virtual, se cree estar ante una paleta, un taburete o la cama de éste o aquel pintor.

La colocación de ese archivo documental en la pared del estudio recuerda a la forma en que se disponen los altares de los santuarios. Otros objetos en los muros de los templos son los exvotos. Al realizar un gouache de la pipa de Duchamp y colgarlo frente a la mesa, éste se convierte en una especie de ofrenda a una figura imprescindible del arte.

Obstinarse en recolectar y convertir esos artículos de uso común en protagonistas de la obra, y además hacerlo pintando, hoy en día, constituye un acto de resistencia frente a la estandarización. Una manera de rendir tributo a los maestros, y de proclamar que no se concibe la práctica artística separada de la vida. Toda una reivindicación de la creación como experiencia extraordinaria.

Teresa Moro