Doppelgänger es un vocablo alemán que se refiere al doble fantasmagórico de una persona viva. El término proviene de doppel, que significa "doble", y gänger, traducida como "andante", y se utiliza para designar a cualquier doble de una persona, comúnmente en referencia al "gemelo diabólico" o al fenómeno de la bilocación.
DOPPELGÄNGER. El doble de la realidad es una muestra colectiva que habla del problema de la representación y de determinados sistemas con los que se puede incidir en la realidad; sistemas que proponen juegos de equivalencias -como la multiplicación o deformación de un evento, sus revisiones o, por ejemplo, las reescrituras- que vienen a sustituir al acontecimiento. Como en la idea de Borges del mapa urbano, ¿qué ocurre cuando realizando el plano de una ciudad recreas la ciudad con sus dimensiones exactas?
Las obras reunidas en esta exposición tratan de las múltiples reescrituras de una realidad que va perdiendo su referencia primera. El Krapp de Samuel Beckett se reescribe en el cuarto de lectura de Pablo Sigg, representación teatral silenciosa que encuentra un contrapunto en la escenografía recreada de Javier Téllez a partir del Edipo Rey de Sófocles, una adaptación libre del mito clásico que se convierte en referencia evidente pero no única. En las derivaciones surgen juegos de equivalencias, deformaciones, multiplicaciones, condensaciones de aquel primer hecho y, al tiempo, nuevos vínculos que se archivan en la memoria de la pieza resultante. Francis Alÿs reactiva una ficción para producir una realidad, recreando una acción ya realizada en las calles de México. Elin Wikström construye, a partir de un hecho real, una sucesión de realidades que van desdibujando aquella primera referencia en el proceso de la repetición. La repetición de un acto le sirve a Luc Tuymans como punto de partida para repensar una circunstancia cotidiana ocurrida en la vida del escritor holandés J. van Oudshoorn; un nombre propio que -junto al de Pier Paolo Pasolini, que evoca Pierre Huyghe en su revisión de Uccellacci e Uccellini, y al tándem Jean Luc Godard y Anne-Marie Miéville del que bebe la pieza de la artista Kerry Tribe- asociamos a obras de referencia ya provistas de nuevos significados y reconvertidas en proceso y fuente. José Carlos Martinat recupera la tradición oral inca sobre un hecho acaecido en el siglo XVI, y Ady Carrión resume, en la doble proyección de un nogal grabada en dos tiempos, la condensación de un proceso fragmentado y reunificado en el tiempo de la exposición.
Los artistas seleccionados dibujan, con sus piezas, conjuntos de derivaciones interrelacionadas, de citas, como aquellas sobre las que detenidamente reflexionaba Walter Benjamin, tras apuntarlas en los cuadernos de tapas negras. Citas que se duplican, mezclan, reescriben y contaminan, como ejemplos de los encuentros entre ficciones y realidades que recorremos en la exposición, donde las referencias se entrecruzan, donde se unen los eventos "que comienzan en el límite de otros eventos", como señala la comisaria de la muestra.