INDISCIPLINADOS es un viaje que no se puede plantear desde una posición sedentaria, añorando la confortabilidad de lo cotidiano y lo asumido.
Se precisa el alma de un nómada, capaz de poner en el equipaje sólo aquello que, además de imprescindible, se pueda cargar durante todo el trayecto.
INDISCIPLINADOS es un recorrido que trata de ofrecer algunas orientaciones para establecer posibles rutas sobre el arte actual de nuestro país.
LOS ABANDONOS
Se abandonan para este viaje los grandes relatos, y con ellos las ilusiones grandilocuentes y cegadoras sobre arte.
Estos creadores desplazan constante y voluntariamente el territorio. Abandonan la visión romántica del “autor como héroe”, como genio responsable de su creación, y es necesaria la participación activa del espectador en las creaciones. Ya no es posible creer que sólo unos pocos tienen encomendada la tarea de la creación.
EL EQUIPAJE
Para este viaje será imprescindible disponer de un pasaporte con visado a las zonas transversales, ya que nos veremos arrastrados de un estado a otro sin percibir las fronteras. Adentrándonos en los lugares difusos de la experimentación creativa, donde conviven las tecnologías más diversas con la hibridación de los lenguajes.
Serán necesarios todos aquellos instrumentos que ayuden en el trayecto: una inteligencia aguzada, altas dosis de curiosidad y un corazón dispuesto. No es suficiente contemplar; es necesario actuar.
LO QUE VEREMOS
Vamos a visitar “provincias” que se hallan siempre en la frontera, que no pertenecen a nadie y que carecen de historia. Como exploradores de este nuevo mundo, abriremos la puerta a las últimas tecnologías y asistiremos a una nueva materialidad de la obra, una nueva relación entre arte y ciencia y una nueva relación entre artista y espectador. Ya no son objetos de contemplación estética sino agitadores de creación.
En este entorno se establece la relación entre Arte y Diseño; encontramos arte editable a la par que el diseño cuestiona su vínculo con la producción. Coqueteos del arte con la máquina y regresos del diseño hacia la pieza única. Reivindicando así su autoría, intentando inyectar a su obra un componente “aurático”.
Los paralelismos crecen, los campos de interés mutuo también, los lenguajes se aproximan creando un cuerpo común, para la aparición de nuevos significados y de un marco para la invención. Las estrategias confluyen.
LA RUTA
La voluntad es presentar el total de las obras sin seccionar su contenido en apartados convencionales ni ordenadas por parámetros historicistas. Para orientarse en la exposición, se ofrece un cuadrante con cinco ángulos conceptuales sobre los que se sitúan las obras.
1. Los códigos
Las obras emplean lenguajes trastornándolos y traicionándolos, generando confusión a quien intenta descifrar un código imposible, perturbando cualquier seguridad. Se plantean las dudas acerca de la capacidad del lenguaje y los códigos para la transmisión de conocimientos, pensamientos, valores o creencias.
¿Quizás el lenguaje sea un mero juego de símbolos, gestos y sintaxis, un conjunto de normas legales sistemáticas y vacías que intentan denodadamente regular un imposible? O quizás los lenguajes han dejado de ser formas de representar cosas y han empezado a sustituirlas...
Obra seleccionada de: Naia del Castillo, Rafael G. Bianchi, Tete Álvarez, Juan Carlos Román, Suso Fandiño, Jaume Plensa.
2. Los escenarios
Producciones que reflexionan sobre hábitats alternativos, discurriendo en paralelo al diseño interior pero alejados de sus necesidades funcionales. Universos imposibles que aparecen ante nuestros ojos como una realidad aplastante. Escenarios funcionando como un gran artefacto modificador de percepciones, o de las relaciones con el entorno.
Obra seleccionada de: Ana Mir y Emili Padrós, Mónica Alonso, Sofía Jack, Martín Ruiz de Azúa, Vasava, Diego Santomé, Xoan Anleo.
3. El simulacro
Apropiación, camuflaje, recombinación. Confundidos en el juego de espejos al que nos han llevado los medios, navegamos en un superávit de realidad. Este territorio se cruza con el mundo de la publicidad, donde los objetos han dejado de consumirse como producto pasando a ejercer su poder simbólico (prestigio, calidad de vida, confort, felicidad...) Nuestra adoración por la obra maestra corre paralela a nuestra adoración fetichista por la mercancía.
Aparecen en diseño los “objetos simulacro”, aquellos en los que el autor tiene un peso específico, que pierden su vínculo con el uso y se convierten en lo que no son, pisando y cruzando espacios.
Obra seleccionada de: Ángeles Agrela, Mapi Rivera, Alicia Framis, Naia del Castillo, El Perro, Joan Morey, Cul de Sac, Maider López.
4. La superficie
La reflexión abierta por el Pop acerca de lo banal y lo cotidiano, ha reubicado esta categoría, y estas obras reflexionan en el entorno de esa reubicación.
Aquello que era sinónimo de perecedero, fugaz y momentáneo, desdeñable para un arte eterno, ha pasado a constituirlo, asumiendo así la discusión entre arte y mercancía que, es parte esencial del discurso de la modernidad y de la cultura de masas. Trademarks, slogans, logos, pictogramas, tipografías, moda, videojuegos, publicidad, cine, diseño y videoclips se insertan en las obras y las condicionan. Obras que cuestionan los sistemas habituales de distribución o exhibición.
Obra seleccionada de: Chus García-Fraile, José Antonio Hernández-Díez, Miguel Ángel Gaüeca, Ana Laura Aláez, Xoan Anleo, Suso Fandiño.
5. La inocencia
Propuestas de discurso aparentemente inocente que, disfrazado, aprovecha la doble vertiente inocencia-perversidad como motor creativo. Incorporando el humor y/o la carcajada como elemento esencial de la obra. Se trata de piezas bienhumoradas, que no cínicas, y sólo usan la mentira como material constructor de la obra.
Aparecen los “objetos utópicos”, en los que la función se da por implícita, donde el proyecto está más allá de la ingeniería, en el convencimiento de que la tecnología los hará funcionar.
Obra seleccionada de: Núria Marqués, Héctor Serrano y Lola Llorca, Carles Congost, Bene Bergado, Martí Guixé.