Desde hace más de un año, el MARCO de Vigo viene trabajando en el proyecto URBANITAS, una muestra colectiva que presenta el trabajo de treinta jóvenes artistas gallegos nacidos a partir de 1970. Además de esta característica en común, el eje temático son ciertas actitudes, visiones y percepciones vinculadas a un contexto y espacio urbano.
Producción propia
La mayor parte de las obras –entre las que se incluyen esculturas, instalaciones, pinturas murales, graffiti, instalaciones sonoras, vídeos, fotografías o dibujos– han sido producidas específicamente para esta muestra. Muchas de ellas se han ido creando paralelamente al diseño y ejecución del montaje, un trabajo en proceso durante el cual artistas y obras han ido invadiendo las salas de exposición y espacios de tránsito de visitantes: vestíbulo, tienda-librería, y calles adyacentes.
Contexto
Esta exposición responde a la voluntad –y necesidad– de investigar y mostrar lo que está sucediendo en un tiempo y lugar determinados, de asumir riesgos, de llenar ciertos vacíos en la percepción, conocimiento y difusión de la obra de artistas emergentes.
Un proyecto que insiste en el aquí y ahora, y cuyo principal componente es la inmediatez, tanto espacial como temporal. URBANITAS toma el pulso al contexto más inmediato y a un momento en el que se dan las condiciones para que surjan nuevas generaciones de creadores, que empiezan a desarrollar un trabajo continuado dentro y fuera de Galicia. Esta situación es en parte resultado de lo ocurrido durante los últimos quince años, en los que la aparición de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra (1990) y otros espacios públicos y privados ha generado un contexto más favorable a la práctica artística.
¿Generación ‘urbanita’?
El término generación, casi nunca exacto, tampoco lo es en este caso dada la multiplicidad de propuestas, la diversidad de intereses, y la distinta procedencia e historial de los artistas participantes. No obstante, dentro de esta heterogeneidad, existen importantes puntos en común de tipo generacional; sólo doce años separan al artista más joven de los más veteranos.
El paisaje urbano, la ciudad y sus transformaciones, son motivos reiterados en la obra de estos artistas, con temas como la crítica a los medios de comunicación, la globalización económica y sus consecuencias en el paisaje urbano, la cultura del ocio y la sociedad de consumo, o el contraste y la respuesta desde el medio rural.
Un elemento en común es el protagonismo de las nuevas tecnologías. Los avances tecnológicos modifican el paisaje doméstico y urbano, y los creadores de hoy en día utilizan la cámara de vídeo, el ordenador o el teléfono móvil como herramientas de trabajo, y la ciudad y los medios de comunicación como fuente de inspiración para sus obras. Trabajan con medios y soportes poco convencionales, y muchas veces con materiales reproducibles industrialmente, logrando una fusión cada vez mayor entre arte y vida cotidiana.
Gran parte de estos creadores provienen de la Facultad de Bellas Artes de Pontevedra, motor de un contexto que se ve animado, desde los años noventa, por el nacimiento de espacios e iniciativas vinculadas al arte contemporáneo. Otros se han formado fuera, pero todos los seleccionados han vinculado su carrera –en parte o en su totalidad– a Galicia. Las referencias de las que beben son incontables. Son actitudes ligadas a su formación, relacionadas con el entorno urbano en el que la mayoría crece y desarrolla su trabajo y, sobre todo, con un contexto en el que la información es diversa, los medios múltiples y los intereses muy particulares, individuales. Si bien son conscientes de que comparten un mismo punto de partida, la heterogeneidad se refleja en sus creaciones.
Diversidad
En esta exposición, la multiplicidad de soportes es reflejo de muy diversos planteamientos creativos, que sin embargo dejan entrever algunos hilos conductores: reflexiones e intervenciones sobre el entorno urbano; reciclaje de residuos o fragmentos de realidad para crear nuevos productos en los que su origen aún perdura, revestido de nuevos significados; creación de mundos propios –espacios dentro del espacio, como cápsulas engastadas en la arquitectura del museo– o de escenografías; preguntas sobre la función del museo, el mundo del arte y la propia arquitectura del MARCO; y numerosas combinaciones de gestos lúdicos y reflexivos, momentos trascendentes disfrazados con toques de humor.
Entre todo ello, un elemento fundamental es la atención al proceso en sí mismo y el énfasis en las técnicas y materiales –la mayoría nada convencionales– que van desde el graffiti y la intervención directa sobre los muros, hasta la creación de territorios híbridos entre el sonido, la música, la performance y las artes visuales, pasando por múltiples procedimientos de ‘cortar y pegar’ que se pueden aplicar a objetos o fotografías, pero también a piezas de vídeo u obras de arte sonoro digital.
Actividades paralelas
En consonancia con su inmediatez, URBANITAS abre las puertas a nuevas aportaciones, con un programa de actividades paralelas durante los meses en que esté abierta al público. Uno de los patios de la planta baja, con sus graffiti y asientos/esculturas, se convierte en escenario para conciertos, performances y otras acciones de artistas participantes e invitados.