JULIO VERNE. Los límites de la imaginación
Ficha
UNA EXPOSICIÓN DE
PRESENTACIÓN
Julio Verne. Los límites de la imaginación es una exposición de Fundación Telefónica que, tras su paso por Espacio Fundación Telefónica de Madrid y Argentina, y el Centro Niemeyer de Avilés, llega al MARCO de Vigo, donde podrá visitarse del 19 de abril al 16 de septiembre.
La curiosidad y el ansia de conocimiento y de aprendizaje de Julio Verne (Nantes, 1828 – Amiens, 1905) llegaron a convertirle en uno de los autores más prolíficos, populares e influyentes de la literatura universal, con un centenar de obras publicadas. En ellas, creó un imaginario de gran verosimilitud, gracias a su interés por la ciencia y a su avidez por documentar todo lo que narraba. Sus novelas recogieron el espíritu de su tiempo, cartografiaron el mundo conocido y abrieron las puertas a espacios hasta entonces apenas intuidos.
La muestra, comisariada por María Santoyo y Miguel A. Delgado, pretende retratar las fronteras, a veces invisibles, entre ficción y realidad, que en este caso se diluyen y convergen. A partir de una treintena de sus obras más representativas y de los distintos ámbitos en que transcurren sus novelas —la tierra, el aire, el hielo, el agua, el espacio y el tiempo— nos adentraremos en el imaginario de Verne de la mano de sus contemporáneos. En un recorrido por sus obras y su legado, la muestra disecciona el universo literario verniano y traslada a la realidad las hazañas y aventuras de sus novelas a través de veintisiete personajes históricos, que se atrevieron a llevarlas a cabo y que fueron pioneros en sus disciplinas a mediados del siglo XIX y comienzos del XX.
En el caso de la exposición en Vigo, teniendo en cuenta la singular vinculación de Julio Verne con la ciudad —en 2018 se cumplen 150 años de la entrada del Nautilus del capitán Nemo en la ría de Vigo en la novela Veinte mil leguas de viaje submarino, y 140 años de la primera visita de Verne a Vigo— la exposición incluirá contenidos especialmente relacionados, gracias al asesoramiento de Eduardo Rolland. Así, la sección Mobilis in mobili muestra, por primera vez de manera conjunta, piezas únicas vinculadas a la figura del escritor francés cedidas por museos y colecciones particulares de Galicia, desde una maqueta del navío Saint Michel III hasta grabados holandeses de la Batalla de Rande, y piezas originales de trajes de buzo del siglo XIX.
Durante su estancia en Vigo, la exposición estará acompañada de un conjunto de actividades paralelas —recorridos guiados, charlas y mesas redondas, y una muestra bibliográfica en la Biblioteca-Centro de documentación, entre otras— además de un programa para escolares de todos los ciclos educativos.
La exposición Julio Verne. Los límites de la imaginación ha sido posible gracias a la colaboración de un buen número de museos e instituciones de ámbito nacional e internacional —como prestadores de las obras que integran la muestra— junto a auténticas joyas procedentes de colecciones particulares como las de Francisco Román Huerta, Diego Quevedo Carmona, o la Colección Clark & Joan Worswick. Para la sección que ilustra la relación de Julio Verne y Vigo, se han reunido piezas procedentes del Museo do Mar de Galicia, Museo da Cidade 'Quiñones de León', Museo Massó, Museo de Pontevedra, Autoridade Portuaria de Vigo, y colecciones particulares.
Información y visitas guiadas
El personal de salas está disponible para cualquier consulta o información relativa a la exposición, además de las visitas guiadas habituales:
Todos los días a las 18.00
Visitas ‘a la carta’ para grupos, previa cita en el tel. 986 113900/11
Síntesis del proyecto
RECORRIDO POR LA EXPOSICIÓN
EL GABINETE DE VERNE
El recorrido por la exposición parte del Gabinete de Verne, su espacio de creación, donde se disecciona la imaginación del autor a través de sus novelas, personajes, seres fantásticos y animales, medios de transporte e ingenios que coparon su obra. En esta sección destacan varias joyas bibliográficas, entre ellas, la primera edición mundial de Veinte mil leguas de viaje submarino (1869) que, por circunstancias históricas, fue española. Descubriremos también una serie de ilustraciones de personajes de Verne, desde Phileas Fogg hasta el capitán Hatteras; o inventos e ingenios presentes en sus novelas, como el telégrafo o la bobina de Ruhmkorff. Por último, una instalación audiovisual nos descubre el bestiario que aparece a lo largo de su vasta creación literaria.
LOS TERRITORIOS VERNIANOS
La tierra conocida y desconocida
Los Viajes extraordinarios de Verne buscaban descubrir toda la Tierra a sus lectores; de ahí el subtítulo de Los mundos conocidos y desconocidos. Verne estaba al tanto de las grandes expediciones de su época, un período en el que el imperialismo conducía a lugares tan lejanos e inexplorados como el interior de África. Pieza destacada en esta sección es una instalación audiovisual con seis proyecciones que reproducen los fenómenos que los protagonistas de Viaje al centro de la Tierra (1864) encontraron en su periplo: la cueva, teatro de sombras, un volcán o el fuego como luz primigenia. Un mapping recrea además las rutas geográficas alrededor de los cinco continentes de las principales novelas de Verne.
Trotamundos
Julio Verne nace en Nantes en 1828 y, 44 años más tarde, escribe La Vuelta al mundo en ochenta días (1872). En sólo cuatro décadas, se produjo un desarrollo vertiginoso de los medios de transporte, que cambió la concepción del mundo y del tiempo. El desafío imposible de Phileas Fogg de dar la vuelta al mundo se hace viable a mediados del siglo XIX, y Verne vuelca en esta novela toda la información disponible sobre el estado mundial de las comunicaciones. Phileas Fogg usa en su periplo todos los transportes existentes en aquella época, desde el trineo o el elefante al paquebote o el tren.
Este apartado es un homenaje a los viajeros y exploradores de mundo y a todos los escenarios que descubrió Fogg en su aventura. Más de treinta fotografías de época de la Colección Clark & Joan Worswick —una de las más importantes del mundo en manos privadas, conocidos por haber recopilado el legado del fotógrafo norteamericano Walker Evans— recrean todos los lugares recorridos en tiempos de Phileas Fogg. Gran parte de las imágenes fueron tomadas en países exóticos de Oriente Medio y desvelan civilizaciones hoy perdidas como, por ejemplo, la China imperial.
La figura de trotamundos está también representada por Nellie Bly, la periodista norteamericana que entre 1889 y 1890 logró dar la vuelta al mundo en 72 días, batiendo el récord de Phileas Fogg. En su viaje, hizo parada en Amiens y visitó al mismo Verne.
En esta sección descubriremos asimismo los territorios de la Vuelta al mundo en ochenta días desde la óptica del teatro. Ejemplo de ello son los montajes del musical Around The World de Orson Welles y Cole Porter, representados en la exposición a través de fotografías inéditas y el audio del espectáculo.
Mobilis in Mobili. Verne y Vigo
La pasión por el mar es uno de los temas recurrentes en el universo literario de Julio Verne. Si bien varias novelas giran en torno a esta temática, como Los hijos del capitán Grant, es sin lugar a dudas Veinte mil leguas de viaje submarino su mejor creación.
En esta obra Verne idea una máquina capaz de fascinar a quien finalmente inventó el primer submarino eléctrico; el marino español Isaac Peral. Maquetas y carteles de los primeros paquebotes comerciales del siglo XIX, imágenes del Great Eastern —el transatlántico más grande del momento en el que Verne viajó en 1867— o memorabilia de Isaac Peral nos permiten conocer los transportes marítimos de la época. Este capítulo se completa con las primeras fotografías submarinas realizadas a más de 50 metros de profundidad por el biólogo Louis Marie Auguste Boutan.
La sala titulada Mobilis in mobili se centra especialmente en la relación del escritor francés con Vigo, a través de sus dos visitas a la ciudad, de la batalla de Rande y de la novela Veinte mil leguas de viaje submarino. Se reúnen aquí piezas únicas, cedidas por el Museo do Mar de Galicia, Museo da Cidade 'Quiñones de León', Museo Massó, Museo de Pontevedra, Autoridade Portuaria de Vigo y colecciones particulares.
La batalla de Rande —que se libró en octubre de 1702 entre las coaliciones anglo-holandesa e hispano-francesa durante la Guerra de Sucesión Española— dio lugar a la leyenda de los galeones hundidos cargados con grandes tesoros. Es en esta búsqueda del tesoro donde Verne sitúa al Capitán Nemo, protagonista de Veinte mil leguas de viaje submarino, y la entrada del Nautilus en la ría de Vigo. En esta sección podremos contemplar grabados holandeses de la batalla de Rande, maderas de los galeones de la plata, acciones de las compañías de rescate de los tesoros, y piezas singulares como una moneda inglesa acuñada con metales preciosos del botín inglés, o uno de los famosos 'bastones de Rande', comercializados en el siglo XIX.
También veremos un traje de buzo original del siglo XIX, con su fuelle y escafandra; un antiguo timón, y maquetas de barcos mercantes de vapor como los que aparecen en las novelas de Verne o que el autor veía recalar en el puerto de Nantes. Además, se exhibe una primera edición mundial de la novela Veinte mil leguas de viaje submarino, que curiosamente fue editada en España antes que en Francia.
Una maqueta del 'Saint Michel III', el lujoso yate en que Julio Verne visitó Vigo, abre el recuerdo de sus visitas. Un mapa de época permitirá recorrer los escenarios de las dos estancias del escritor, en 1878 y 1884, cuando participó en las fiestas de la ciudad, contempló la procesión del Cristo de la Victoria desde los balcones de El Casino o asistió a un baile en la sociedad La Tertulia.
La influencia de la imaginación de Verne en los adelantos técnicos del futuro queda reflejada en la 'boya lanzatorpedos', estrenada por Antonio Sanjurjo Badía en 1898, treinta años más tarde de la publicación de Veinte mil leguas de viaje submarino. Aunque todo apunta a que el industrial y el escritor jamás se conocieron, es probable que leyese sus novelas y soñase con ellas para construir su ingenio.
Desiertos de hielo
En la época de Verne, los polos representaban el límite entre lo conocido y lo desconocido y fascinaban a muchos lectores. Una curiosidad hacia lo ignoto que en la muestra se ejemplifica a través de personajes que acometieron expediciones hasta estas tierras heladas e inhóspitas, que Verne anticipó e imaginó en La esfinge de los hielos (1897) o Las Aventuras del Capitán Hatteras (1886).
Esta sección reúne imágenes de expediciones polares que acabaron en fracaso, como la del sueco S. A. Andrée o la del irlandés Sir Ernest Shackleton, un capitán Hatteras de carne y hueso que quiso ser el primero en cruzar la Antártida de punta a punta. Diez imágenes de esta expedición, cuyos negativos congelados se encontraron en 2013 en la Antártida, se exhiben por vez primera en España.
Flotar o volar
Un capítulo especial se dedica a la disyuntiva generada, en los inicios de la aeronáutica, entre los defensores de los vuelos más ligeros que el aire —representados por los globos— y quienes apostaban por los más pesados; es decir, los primeros aviones. Un recorrido por la conquista del aire, a través de personajes como el brasileño Santos Dumont, a quienes muchos consideran el primero en hacer volar un avión en 1906, o el fotógrafo francés Nadar, autor de las primeras fotografías aéreas de la historia y apasionado de la aerostática, que Verne retrató en el díptico De la Tierra a la Luna y Alrededor de la Luna.
Alrededor de la Luna
La fascinación por viajar a la Luna, presente en la literatura universal desde el siglo IV a.C., fue un motivo recurrente en la cultura popular del siglo XIX y no podía ser menos en la obra verniana, representada por las novelas De la Tierra a la Luna (1865) y Alrededor de la Luna (1870), que calaron profundamente en el imaginario colectivo y que hoy en día revelan asombrosas coincidencias con la llegada real del ser humano a este satélite en 1969.
Una instalación geodésica muestra veinte formas de viajar a la Luna representadas en la literatura universal, desde los Vedas hindúes hasta La mujer en la Luna de la autora alemana Thea von Harbou, que sería llevada al cine por Fritz Lang. La fiebre lunar queda además recogida a través de una serie de carteles relacionados con la Luna, que representan desde espectáculos de la época a imágenes de películas de George Méliès o las óperas de Jacques Offenbach inspiradas en Verne. También se muestra la pieza creativa documental “Vivir en una bala”, que recrea De la Tierra a la Luna; un viaje que Verne imaginó en un proyectil lunar disparado por un cañón.
2889
Se ha calificado a Verne como el padre de la ciencia ficción moderna, cuando en realidad lo que hizo fue recoger y transmitir a través de su legado literario el progreso que caracterizó el mundo de la segunda mitad del siglo XIX. Sólo hubo dos excepciones en las que el autor francés se adelantó verdaderamente a su época y fue más allá de su contemporaneidad: la novela París en el siglo XX (1863), centrada en un progreso basado en la dictadura del cientifismo, y La jornada de un periodista americano en el 2889 (1891), un relato mucho más positivo donde la tecnología conllevaba beneficios para la humanidad. Dos visiones distantes del concepto verniano del progreso.
El epílogo de la exposición nos adentra en estas dos obras futuristas a través de ilustraciones de autores franceses del siglo XIX, que recrearon avances científicos del año 2000, y de los grabados del dibujante francés Albert Robida, que anticipó en la misma época que su coetáneo Verne algunos inventos del lejano siglo XX. La muestra finaliza con un criptograma de una cita de Verne, que condensa el sentido de su obra literaria.