ROTONDA CENTRAL / PANÓPTICO
MÓNICA ALONSO
La magia del colibrí. Seis casos desesperados, 2015-2020
Mónica Alonso centra su primera muestra individual en el MARCO en una única pieza, bajo el título La magia del colibrí. 6 casos desesperados. Una obra que nació en 2015, durante la estancia de la artista en México, y que precisó de todo este tiempo para madurar, escribirse y reescribirse. En ese año Alonso presentó en México la obra El colibrí rojo, que está en el germen de este proyecto, vinculado con las historias y rituales mágicos asociados al colibrí en las culturas precolombinas, y muy en línea con el interés de la artista sobre las relaciones entre ciencia y superstición.
La magia del colibrí reúne seis relatos de seis personas angustiadas, con miedos y obsesiones comunes a otros seres humanos, a quienes a través de una médium se les ofrece la posibilidad de curar sus males (cada uno de ellos asociado a un color) a través de la muerte de un colibrí. La obra está conformada por la reproducción de los colibrís como objetos, junto a los seis textos que relatan cada una de las historias. El conflicto surge a la hora de matar a un ser vivo. Y, finalmente, todo pacto tiene un precio.
“Nos enfrentamos a las historias de seis personas desesperadas por diferentes miedos: miedo al fracaso como artista; miedo a la ansiedad; deshacerse de la presencia de la muerte; miedo a la fealdad; recuperar las ganas de vivir; deshacerse de la enfermedad del amor. Todas ellas intentan curar sus males con la ciencia, pero terminan recurriendo a la superstición –en este caso, la magia del colibrí.
Todas tienen una cosa en común: una médium que escucha sus historias y les propone cazar un colibrí. La médium conecta con el chamán en México y este último con el cazador.
Las seis personas desesperadas tienen que decidir si matar o no al colibrí para curar su mal.
La obra invita al espectador a tomar su propia decisión, ante la visualización de seis cadáveres embalsamados: el colibrí rojo (amor), el azul (ansiedad), el amarillo (fracaso), el blanco (muerte), la carne (fealdad), el negro (ganas de vivir). Los colibríes, a pesar de ser pájaros muertos, conservan su belleza, parecen haber sido retenidos en el mismo instante de la muerte.
Con este trabajo doy un paso más en mi línea de creación. Gran parte de mi obra es confesional, llegando a trabajar con las confesiones de otras personas. En la magia del colibrí, la artista es la médium.”
Mónica Alonso
PATIO A3, GALERÍA A3, PERIMETRAL A3
ROSENDO CID
Todo aquello que sucede y sin embargo no es
Sobre su proyecto específico para el MARCO, señala Rosendo Cid: “A partir del título se vislumbra la intención clave de este proyecto expositivo, desviándome de lo meramente descriptivo para ahondar en el hecho mismo de todo acto creativo como mero ocurrir, como acontecimiento, siendo consciente de todo aquello que acontezca antes de que la pieza esté completada pero que igualmente está implícito cuando se finaliza.”
Las piezas y montajes de Rosendo Cid responden a esta idea, tal vez abstracta, tal vez poética, empleando –como en la mayoría de sus trabajos– materiales encontrados o desechos, algunos procedentes de su propio taller. Encontramos piezas escultóricas, fotográficas, y algunas próximas a lo pictórico, así como otras en las que el texto es parte fundamental, según su noción de que la palabra es tan importante como la pieza o el objeto en sí mismo.
La propuesta de Rosendo Cid reúne, junto a obras exclusivas para esta exposición, piezas rescatadas de otras colecciones que encajan en el título y en la línea de trabajo de este proyecto.
“La base y sustancia de este proyecto se centran en la naturaleza misma del hecho creativo como mero acontecimiento, atendiendo a todo aquello que difícilmente puede definirse con palabras –pues sucede en un terreno no gramatical– pero que interviene e influye en la resolución de cualquier pieza artística, sea esta de la naturaleza que sea. Un material entonces incierto que no desaparece en ningún momento y que sigue estando presente una vez finalizado la obra, aunque para entonces existan más pistas del lugar al que se ha pretendido ir.
El título del proyecto (Todo aquello que sucede y sin embargo no es) se refiere por tanto a ese mero suceder o a todo ese material invisible, formado por intenciones, azares, conocimientos previos o ajenos, errores o intuiciones que emplea cualquier artista y que no se disipan ni aun cuando tiene lugar la contemplación posterior, una vez finalizado todo el proceso. Un material que actúa por tanto en cualquier acto o proceso creativo, en mayor o menor grado, y que nunca somos capaces de delimitar ni de materializar de ninguna forma específica pero que resulta imprescindible para asentar nuestras certezas o convicciones ante el trabajo creativo.
Las piezas y montajes en las salas responden y se nutren de estas ideas, entre abstractas y poéticas, empleando, para algunos montajes, materiales encontrados o desechados, la mayoría de ellos de mi propio taller, pretendiendo piezas que tengan en cuenta elementos del propio proceso, del azar y de las circunstancias que van surgiendo, llegando por tanto a resoluciones que no estaban previstas de salida. Un proyecto, en definitiva, cuyo mapa no puede ser otro que el propio trayecto que ha tenido lugar hasta la resolución y presentación final en las salas.”
Rosendo Cid
PATIO A2, GALERÍA A2, PERIMETRAL A2
SALVADOR y JUAN CIDRÁS
Las formas compartidas
Salvador Cidrás y Juan Cidrás forman, desde 2015, un colectivo artístico que investiga el medio cerámico y textil desde una perspectiva escultórica y pictórica, respectivamente. “Nuestro trabajo se centra en la forma y el concepto de ‘aberrante’, aquello que se aparta de lo que se considera normal, natural o correcto, en oposición a lo que se aferra –la convención– o lo que es formal. Las piezas establecen relaciones entre ellas y cambiar, ya sea a través de la forma, el color o su instalación en el espacio.”
El hilo de lana es el medio que les permite explorar la línea, la mancha y el color, usando el tejido sin necesidad de imprimar ni superponer materia sobre él. Las piezas textiles evidencian la unión, el ensamblado, y hacen que las fibras adquieran formas geométricas y volúmenes más orgánicos. Las piezas de cerámica exploran su naturaleza precaria y la manufactura se vuelve inesperada tras la cocción. Es precisamente esa calidad de transformación la que enriquece de matices el acto creativo. El proyecto para el MARCO incide en ese carácter ‘aberrante’, implicando al espectador y provocando recorridos y miradas cambiantes.
“La construcción de un medio es la construcción de un lenguaje propio, a partir del uso de diferentes materiales o técnicas. En su libro ¿Cómo nacen los objetos? Bruno Munari afirma que proyectar es fácil cuando se sabe cómo hacerlo. Todo resulta fácil cuando sabemos cómo proceder para llegar a la solución de algún problema. En un determinado momento mi hermano y yo sentimos esa necesidad de ‘saber cómo hacer’ con dos medios: la cerámica y el textil.
Así, el primer contacto surgió desde el aprendizaje de la técnica cerámica y textil pero pronto la exploración de los materiales derivó en procesos que buscaban hacer las cosas desde los márgenes, casi un proceso de deconstrucción del medio, y una vuelta al uso experimental de los materiales, donde el lenguaje escultórico y pictórico nos brindaban dualidades expresivas: anverso/reverso, interior/exterior, color/textura, lo que se muestra/lo que se esconde…
Cuando el proceso se iba enriqueciendo, la palabra ‘aberrante’ se hizo un hueco en nuestra practica artística. Nos interesa el término ‘aberrante’ como aquello que se aparta de lo que se considera normal, natural o correcto, en oposición a lo que se aferra –la convención– o es formal. Lo entendemos como una práctica que se mueve desde la convención y la costumbre hacia sus límites, una suerte de extrañamiento de las formas que difuminan lo cotidiano en favor de lo ‘ambiguo’, lo ‘extraño’ o lo ‘misterioso’.
Catherine de Zegher (2010) define el dibujo como una práctica cinestésica de tracción –atracción, extracción– que- ‘nace de un gesto externo que vincula los impulsos internos y los pensamientos con el otro a través del contacto de una superficie con líneas y gráficas repetidas’. En nuestro trabajo, algo similar ocurre; las piezas no ocultan el gesto y el proceso creativo surge de la implicación física con el material. Las piezas se manifiestan capaces de establecer relaciones entre ellas y mutar, ya sea a través de la forma, el color o su instalación en el espacio…”
“…El hilo de lana como el medio que nos permite explorar la línea, la mancha y el color, usando el tejido sin necesidad de imprimar ni superponer materia sobre él. Las piezas textiles evidencian la unión, el ensamblado, y hacen que las fibras adquieran formas geométricas; volumetrías que generan marañas y sombras en el soporte.
Las piezas de cerámica exploran su naturaleza precaria y la manufactura manual se vuelve inesperada tras la cocción, al no controlar qué textura qué color o qué zona de la pieza sobrevive o se transforma. Es precisamente esa cualidad de transformación la que enriquece de matices el acto creativo. Las piezas se construyen en la necesidad de improvisar soluciones –más arcilla, un refuerzo interior, la transición del color…– a la espera de los siguientes pasos que descubren lo que se esconde, lo inaccesible e incierto.”
Salvador Cidrás
PATIO A1, GALERÍA A1
MAR VICENTE
Sombras y color
Mar Vicente propone un proyecto específico para los espacios del MARCO, en sintonía con un trabajo que se caracteriza por la economía de elementos cromáticos y compositivos, y por la experimentación con la forma vinculada a la transformación del soporte pictórico. El punto de partida es el cuadrado, que la artista desarrolla hacia la tercera dimensión. El cubo, como su volumen más directo, adopta actitudes no convencionales que, junto a la iluminación cambiante y al punto desde donde se observa, afectan a la percepción de los volúmenes y espacios.
La muestra del MARCO incluye, junto a una selección de objetos escultóricos, dos intervenciones específicas en las que las ilusiones ópticas y la teoría del color se conjugan para dar lugar a nuevas versiones del mismo espacio, generando distintas experiencias. El espectador es el elemento activo que origina diversas escenas, y quien hace que la experiencia de la obra se multiplique y prolongue indefinidamente.
“En mi propuesta para la exposición en el MARCO de Vigo, mi intención principal es que el espectador experimente diferentes estados de percepción del espacio y del color.
En el Patio A1 la sala está transformada, principalmente, por una intervención mural que imita una ‘arquitectura’. A esta composición geométrica la acompaña una serie de objetos de pared correspondientes a la serie ‘Pitágoras’, que comencé en el año 2017, donde las diferentes formas y volúmenes se modifican dependiendo del punto de vista desde el que se observan. Se trata de construcciones modulares tridimensionales que, junto a la iluminación natural de este espacio, hace que podamos apreciar variadas facetas de estos objetos a lo largo del día. Podremos releer muchas veces las formas y encontraremos siempre distintas versiones. El ejercicio de cambiar la perspectiva, cambiar la mirada unidireccional, hace que veamos las cosas de distintas maneras.
‘La sombra es la reina del color’. Así titula Derek Jarman un capítulo de su libro Croma (2017). Lo menciono porque describe concisamente una dirección hacia la que se ha tornado mi pensamiento sobre el color y que, por lo tanto, influencia mi trabajo, pero también porque enuncia la instalación que se presenta en el espacio de la Galería A1.
En las instalaciones Color-Sombra I y Color-Sombra II podremos experimentar algunas de las muchas facetas que tiene este equilibrio entre luz y oscuridad. Aquí el color se revela como sombra. Del mismo modo, la ubicación del origen de luz es el que determina la forma de la sombra, esa parcela ‘oscura’ donde se origina el color complementario al de la fuente de luz.
Mar Vicente