“PAPERBACK. Ediciones baratas consiste en un espacio de consulta y lectura de ediciones impresas: libros, carteles, pegatinas y otras piezas gráficas que responden a formatos o referentes más híbridos y contaminados. La selección de materiales parte de y quiere evidenciar una situación de renovación y vitalidad del mundo de la edición gráfica como soporte artístico que ha tenido lugar en los últimos años. Renovación que se explica por diversos motivos, como las nuevas tecnologías popularizadas en los años noventa y un cuestionamiento de los estándares en los formatos de difusión y promoción gráfica de la institución arte (folletos, catálogos, hojas de sala, etc.) pero que es también deudora de una extensísima tradición de inconformismo con el elitismo del mundo del arte. Esta tradición, en sus esfuerzos por extender los canales de distribución artísticos más allá de las galerías y salas de arte, sentó las bases para las ediciones baratas en arte, desde los libros de artista de gran tirada, al mail-art o a las manifestaciones de la cultura sumergida como los zines y los comic-books. A esta renovación de la edición barata, conocida en los medios editoriales como rústica o tapa blanda (paperback), hace alusión el título de la muestra, un anglicismo que permite establecer un juego de ideas entre los dos ejes conceptuales que han determinado la selección de los contenidos.
La edición sobre papel, los grabados y libros de artista, se ha movido tradicionalmente bajo parámetros comerciales próximos al del original, distribuyéndose en ediciones limitadas, numeradas y firmadas. Esto ha sido un hecho generalizado a pesar del desarrollo tecnológico que ha favorecido no sólo la posibilidad de un número casi ilimitado de reproducciones, de la imprenta a la fotocopiadora, sino también a una total autonomía en lo que respecta a los recursos de edición por parte de los creadores, gracias a los ordenadores personales y a ciertos software (Photoshop, Freehand o Quark express) que están al alcance de la mayoría. A lo largo del siglo XX se han disparado las opciones de realizar distribuciones amplias, masivas incluso, y estas posibilidades técnicas, unidas a ciertas actitudes de ruptura con respecto a las convenciones y tradiciones del sistema artístico, marcadas por un espíritu anticomercial, permiten hablar de una cierta genealogía o tradición alternativa que arranca en los movimientos de vanguardia como el futurismo o el dada y que ha pasado por el nuevo realismo, el situacionismo, el fluxus o el punk, hasta llegar a nuestros días. Precisamente es en el mundo de la edición gráfica donde esa genealogía se hace más evidente, siendo a inicios de los años sesenta, en la emergencia de los artistas underground donde se pueden encontrar las raíces de las culturas alternativas de hoy día. Los participantes en el mail-art, los zines y el punk han descrito sus actividades como ‘Do-It-Yourself’ (DIY), que se caracteriza por una apuesta por la creatividad individual, antes que por el consumo y la contemplación pasiva de la cultura dominante. El impacto de sus gestos culturales radicales es inesperado, frecuentemente incomprendido y subversivamente influyente, tal y como aparece magistralmente detallado en el magnífico ensayo de Greil Marcus “Rastros de Carmín”.
Esta es la genealogía en la que se inscriben buena parte de las publicaciones seleccionadas en PAPERBACK, una selección extensa –que no exhaustiva– de ediciones baratas, que dan buena cuenta de los usos actuales de la edición impresa y que nos permite ubicar todas estas producciones dentro de un contexto común.
Amanda Cuesta
Comisaria de la exposición