Mi esfera de interés vital y profesional es la Escultura y mis núcleos de creación e investigación artística se centran en: Texto, Cuerpo, Género, Identidad y Existencia.
Trabajo con toda la potencialidad poética del lenguaje. Mis propuestas incluyen al espectador y aúnan referencias pictóricas, objetuales y escultóricas desde una obra volcada sobre la palabra.
La creación supone, para mí, como artista, una búsqueda constante de la propia identidad a través de la obra, que se enmarca en diferentes problemáticas de lo humano.
Nuestro planteamiento de creación va recorriendo diferentes lugares donde habita la identidad, asumiendo, esta problemática, la búsqueda del ser desde ángulos de entrada y posicionamientos distintos. Estos tránsitos, siempre diversos, potencian la comprensión de un mundo de relaciones complejas.
Mis obras se proponen para que desde el concepto, la emoción y la utopía enuncien espacios de pensamiento:
- Son enigmas que permiten transcender el materialismo y la naturaleza del objeto y la definición de lo escrito, son referencias veladas a lo humano, que aluden a lo espiritual.
- Tratan de acotar un lugar dual de ambigüedad y definen un espacio implicado generando un campo de máxima abertura para la reflexión.
- Son una visión personal del mundo, de lo otro, visto a través de mí; es una visión que pretende ser rigurosa, lúcida y severa, y que opera en un campo de juego atravesado por una dirección con dos sentidos: ironía y paradoja.
- Su mensaje es la resultante de la oscilación entre tres territorios: el poético, el conceptual y el crítico.
La escultura es el lenguaje en el que sitúo mi trabajo artístico, y es quizás —entre todos los territorios de creación tradicionales— la que más honda transformación sufre durante la época contemporánea, aunque el punto álgido de esta radical transformación se produjo a partir de mediados de los 60 a través de movimientos vanguardistas como el minimal, el povera, el Land Art y sobre todo el más radical: el arte conceptual, que postulaba la desmaterialización de la obra y la preponderancia de la idea frente a la materialización.
La escultura hoy cuenta poco como procedimiento y mucho como acontecimiento.
El arte es un arma muy poderosa. Como artista me planteo la responsabilidad que implica tener en las manos ese poder. El arte es un medio de transformación del “yo” y de “lo otro”.
Desde planteamientos que abordan como núcleo central las cuestiones de identidad y género, considero la escultura como un puente entre el yo y el mundo con incidencia directa en lo social.
Mi obra surge de un espacio de cuestionamiento en el que se asume la oscilación entre dos posiciones:
- Mi compromiso con la vida (como ser humano y como mujer)
- La búsqueda de la coherencia conmigo misma (como mujer y como artista).
Concibo la “creación” como un nexo doble e indivisible que aúna “pensamiento” y “acción”.
Mis obras son un puente entre el “yo” y el “mundo” visto a través de lo social. En ellas se da una implicación total de mí misma y reflejan el posicionamiento vital y conceptual que asumo con la realidad en la que estoy inmersa.
El título de la exposición:
…NO, AÚN NO…
Define un vínculo que posee la máxima abertura: es un nexo donde el antes y el después se desconocen.
Es el lector-espectador el que al proyectarse en las ausencias, completa con sus experiencias esos vacíos.
…NO, AÚN NO… contiene una doble negación que opera como afirmación de una acción contenida.
La partícula Aún retiene el tiempo y los puntos suspensivos (...) del inicio y del final (...) dilatan y detienen la oración.
…NO, AÚN NO…
Implica: ruego, súplica, plegaria…
Ruego persistente… Plegaria infinita…
Mi trabajo artístico centra su reflexión en el espacio definido por las contradicciones originadas en la búsqueda de la “identidad”.
En la primera sala se presentan varias obras enmarcadas en el proyecto “Distancias y Abismos” que fue presentado en el año 2007 en una gran exposición: Pese al Paso del Tiempo, en Salamanca (en cinco salas) justo cuando cumplí 50 años. Las obras del proyecto “Distancias y Abismos” abordan la relación, siempre conflictiva, entre el Mí y el Tú, en la búsqueda y la construcción de la propia autonomía.
En la pared frontal estará una obra de extenso formato realizada en vinilo rojo sangre, titulada
SOMOS mujeres y ESTAMOS aquí.
En esta obra el material central es la palabra, y está conformada por 1.380 términos:
- ESTAMOS: (690 palabras en femenino y en plural, articuladas por orden alfabético).
10 bloques con 69 palabras cada uno.
- SOMOS: (690 palabras en femenino y en plural, articuladas por orden alfabético).
10 bloques con 69 palabras cada uno.
Algunas cuestiones referidas al texto que configura la performance:
Los 690 términos relacionados con la palabra ESTAMOS y los 690 términos relacionados con la palabra SOMOS, han sido seleccionados de entre las 12.012 palabras que contiene el diccionario de la RAE, comenzando por la letra “A”.
La letra “A” es la que incluye y define, en la lengua española, el género femenino (en los finales de las palabras).
En este texto cada palabra comienza con la letra “A” en mayúscula, y todos (los 1.380 términos) finalizan en femenino plural.
SOMOS mujeres y ESTAMOS aquí fue también mi primera performance y se configuraba como una oración, una recitación sonora en la que:
- La declamación se instituía en plegaria y en afirmación,
- La desmaterialización se confirmaba en voluntad,
- La procesión se convertía en manifestación.
En ella, el sucesivo encadenamiento de la pronunciación de los vocablos conformaba nuestra letanía… Como en un mantra, la sonoridad de la verbalización desvanecía su materialidad, disolvía los significados y se revelaba en energía, en esta acción.
Cuando la obra se hace instalación, en su materialización, se encarna en vinilo rojo sangre y se formaliza en dos partes, que tienen que verse a la vez (la una frente a la otra).
El Proyecto SOMOS mujeres y ESTAMOS aquí, es una obra que es texto y es texto que es una obra:
Es palabra, en el texto escrito.
Es texto, en su registro en el libro.
Es dibujo, en su incursión sobre el papel.
Es pintura, en su irrupción sobre la pared.
Es escultura, en su intervención sobre la arquitectura.
Es instalación, en su integración sobre el muro.
Es acción, en su declamación y representación durante la performance.
SOMOS mujeres y ESTAMOS aquí es definición… oración, recitación, letanía… palabra, silencio...
Perseguimos la aprehensión del significado de lo que no se puede definir; aunque en la obra lo hemos intentado a través de las numerosas voces que se pronuncian…
SOMOS mujeres y ESTAMOS aquí es discurso… enunciación, pronunciación, manifestación… texto, desmaterialización...
Este proyecto ha logrado concretar una de mis proposiciones esenciales para las obras, que es alcanzar el máximo de significación con el mínimo de encarnación y de presencia.
En el centro de la primera sala presentamos una instalación escultórica de suelo realizada específicamente para esta exposición. La obra lleva por título: Destierros XVI, mide 17 metros y está conformada por más de 200 elementos que intervienen dialogando con la arquitectura y el lugar. El proyecto “Destierros” centra su reflexión en conceptos vinculados con el ser errante, el tránsito sin destino, el abandono, el alejamiento, la soledad, la ausencia, la pérdida…
En el inicio de la segunda sala aparece la obra titulada: …No, Aún No…, realizada en vinilo oro, y que da título a esta muestra. Ha sido concebida como un laberinto concéntrico y circular, que obligaba al espectador a realizar un recorrido visual continuo. La recitación de lo escrito acoge a cada lector en la red de nuestras interdependencias emocionales. Así, la repetición incansable y la circularidad inagotable del texto suscitan que la súplica persevere… en oración perpetua…
“…No …Aún… No me dejes… No …Aún… No…”
Desamores y Abandonos
La segunda sala se articula a través de 11 dípticos enmarcados en el proyecto: “El Arte Sana / El Arte Cura” Serie: “Autorretratos”. Estas obras han sido realizadas específicamente para esta exposición en el MARCO.
Son once autorretratos enlazados con textos que prometen una introspección en las zonas sombrías.
En las siluetas discernimos rostros perplejos e imprecisos… innombrables, en los que la propia autora se reconoce.
El autorretrato tiene mucho de radiografía del espíritu que nos ayuda desvelar y a pensar sobre el sí mismo… sobre nosotros mismos.
En estas radiografías, resuenan ecos y negaciones que acogen un verde (esperanza) oscuro: nos abocan a vernos como somos:
Negruras tatuadas en el alma