Selección de textos de los artistas participantes
"Se toma como punto de partida la idea que subyace en el libro de Pierre Klossowski El baño de Diana, y en el propio mito de Diana, donde lo mismo que se cuenta es lo que se deja ver, pero para llevarnos siempre más allá (...) Pasando al otro lado se encuentra el desvelamiento ya no de la imagen en sí, ni de lo que la imagen pretende decir como tal, sino de la imagen más allá de sí misma, de la imagen que se piensa a sí misma (...); metáfora, símbolo, alegoría, llámese como se quiera, de la idea inalcanzable de la idea-imagen-pensamiento al que el artista intenta acercarse, que se niega a presentarse, a hacerse visible-palpable (...)
Uno de los cuadros está formado por dos piezas que se superponen, separadas entre sí por unos 50/70 cm., y a la vez separadas de la pared por unos 15/20 cm. La idea es la de que ambas partes (el frente y el dorso) formen parte del cuadro, y a la vez ya no se sepa decir cuál es cuál... Cada una de las piezas está pintada dejando traspasar la pintura, y al colocarlas en la pared se ve el anverso y el reverso (al acercarse por detrás). Más allá de la idea de paisaje, es un intento de reflexión en torno a la propia obra, en torno al cuadro, que se hace autorreferencial. Otro cuadro está compuesto por un bastidor con tela por ambos lados, sujeto a la pared por uno de sus cantos; así, ambas caras están pintadas, con uno de los cantos hacia el lugar que normalmente ocuparía el espectador.
Lo que ya he perdido es la razón por la que quería hacer estos paisajes que se diluyen en una forma sin perfiles definidos. Quizás por la propia dificultad de definir las líneas de un paisaje, de las líneas que en realidad no hay; por la dificultad de definir el lugar donde comienza y termina una mancha que define una forma en un paisaje, y por la dificultad de aclarar el lugar donde las cosas comienzan y terminan".
Fruela Alonso
‘¿En qué parte de nuestro cuerpo ubicamos nuestras contenciones, nuestros miedos, nuestras culpas?'
"Mi propuesta surge a partir de este interrogante, una pregunta que requiere contemplación propia, desde una mirada cuyos ojos han de penetrar lo puramente superficial, físico, externo, para adentrarse en la verdad escondida que contiene a cada cual. A partir de esta pregunta presento tres imágenes de un trabajo personal, realizado desde las respuestas ofrecidas en mi intimidad. Estas imágenes son impresiones digitales sobre tela y bastidor y hacen referencia específica al lugar donde se ubican las contenciones, los miedos, las culpas.
Además de este trabajo, presento una propuesta de interacción con el público, que se realizará en cinco jueves consecutivos desde finales de octubre. En este caso, la pregunta enunciada más arriba se dirige a los espectadores y posibles participantes con un sentido específico: pedirles una reflexión acerca de sus propias contenciones y su posible ubicación, el lugar donde se localizan en su cuerpo. A continuación se realizará una fotografía digital de esas partes del cuerpo, y tras un trabajo de manipulación por ordenador, estas imágenes se irán imprimiendo e incluyendo en el espacio expositivo. El trabajo con las fotografías se realizará en la misma sala, en los días previamente anunciados para esta actividad".
Loreto Blanco
EL (no) LUGAR DESEO
"El lugar del (no) deseo, una zona indescifrable para la que nadie tiene respuesta coherente, un lugar que siempre se nos escapa, que siempre se encuentra en fuga. Encontrarnos y desencontrarnos cada vez que tratamos de hallarle, o siquiera conferirle arbitrariamente, un sentido. Siempre provisional, siempre insatisfactorio, siempre inencontrable. La pieza que se presenta se concibe como proyecto abierto e inconcluso, en relación con ese espacio incoherente que constituye el deseo. Conformar un lugar de ausencias, de reflejos y de retratos, de posibilidades en la búsqueda del otro, del ser amado, del ausente por excelencia; apoderándose de él sin tocarlo, acercándose a él desde una mirada distanciada".
‘Deseo, que es algo que se experimenta necesariamente en función del otro, pues forzosamente el deseo es el deseo de lo que no se tiene (Platón, El banquete). El deseo se vive en estado de ansiedad'.
Itziar Ezquieta
"El trabajo que se presenta indaga sobre las posibilidades del deseo, uno de los temas que aparece en el mito del cual parte la exposición, y pretende colocar al espectador frente a algunos de los interrogantes que desde la vivencia más inmediata puede plantear la idea de deseo. Siendo el deseo algo que circula en los actos de nuestra vida, las obras pretenden remitirnos a ese momento en el que nos interrogamos sobre ellos y sobre la acción misma de desear.
Los espejos que aparecen en ambas obras son espacios abiertos para la interrogación de nuestras propias querencias, tanto en su versión escultórica en la obra El olvido de los deseos, como en la acción Confidencias del deseo, que plantea una búsqueda hacia atrás con una clara intención de establecer relaciones entre el presente y el pasado de los deseos".
Juan Carlos Meana
"La primera de las dos piezas que presento en el Espacio Anexo -Sin título (a partir del mito de Diana y Acteón), 2005- intenta generar una reflexión en torno al concepto de imagen (representación) en tanto que forma simbólica de conocimiento e identidad. El punto de partida es el mito. El ansia de conocimiento supone la derrota de Acteón. Descubre a la diosa e, intentando aprehender su imagen, se descubre también a sí mismo. Su castigo: la imposibilidad de expresarlo. La toma de conciencia de su ser temporal. La muerte. La derrota. La misma con la que el espectador se encontrará al intentar verse reflejado en los fragmentos de espejos, o en una pantalla en la que jamás se verá reflejado frontalmente, mientras su sombra se proyecta frente a él sobre la pared de la sala.
En la segunda obra -Retratos: naturalezas muertas, 2005- entiendo ambos conceptos como equivalentes; como huellas de una identidad; como reflejos. Forma-cuerpo-tiempo. Imágenes. En esencia encarnación poética (plástica) de una misma pregunta y tema constante en todo mi trabajo plástico y teórico. Este caso intenta ser un esfuerzo de concreción y contextualización. Nace en diálogo directo con la propuesta anterior. En cierta medida son complementarias. Su título podría haber sido "el ser y el tiempo".
Jesús Pata