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Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
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Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía
Laxeiro e a arte da súa época. Vista de salas. Foto: cortesía MARCO / UM Fotografía

LAXEIRO Y EL ARTE DE SU ÉPOCA

Ficha

Fechas: 
23 febrero 2023 - 21 julio 2023
Lugar: 
Salas frontales, 1ª planta
Horario: 
martes a sábados (festivos incluídos) de 11.00 a 14.30 y de 17.00 a 21.00, domingos, de 11.00 a 14.30
Producción: 
MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo. Colaboración de A Forxa Produccións
Comisariado: 
Miguel Fernández-Cid

El MARCO, Museo de Arte Contemporánea de Vigo, quiere culminar el año Laxeiro, que finaliza en abril de 2023, con la muestra titulada “LAXEIRO y el arte de su época”, una muestra de producción propia comisariada por el director del Museo, Miguel Fernández-Cid y la colaboración de A Forxa Produccións.  

Como un guiño a la trayectoria vital del artista, las fechas de inauguración (23 de febrero) y clausura (21 de julio) se han hecho coincidir con el día de nacimiento y fallecimiento del pintor.

La exposición plantea una visión novedosa, una propuesta de debate, que pone el acento en el diálogo de su pintura con la de otros artistas coetáneos, y que incide en la necesidad de estudiar a Laxeiro en el contexto del arte de su tiempo.

Por vez primera, una selección de sus obras más destacadas se exhibe junto a piezas de otros artistas que Laxeiro miraba con atención (Zuloaga, Corredoyra, Souto, Colmeiro, Maside, Asorey, Mallo, Seoane, Torres García), o que plantean referencias para un rico diálogo visual. Entre las “devociones”, Gutiérrez Solana, Vázquez Díaz, Palencia, o los más tardíos Saura, Canogar o Barcala. Y como referencias especiales, artistas como Rembrandt y Goya, presentes con obra gráfica.

ÁREA DE DIDÁCTICA

Programación para escolares

Visitas y talleres en torno a la exposición, para grupos de escolares de todas las edades.
Con la colaboración de: Fundación “la Caixa”
Hasta el 17 de junio de 2023
Horario: de martes a viernes de 11.00 a 13.30
Previa cita: tel. 986 113900 Ext. 100 / 986 113908 / email: comunicacion@marcovigo.com

Conciertos didácticos para escolares

Un recorrido sonoro y visual por las salas de la exposición de Laxeiro, a cargo de profesorado de la EMM Escuela Municipal de Música en colaboración con el área de Didáctica del MARCO.

Organiza: Servicio de Educación, Concello de Vigo / Escola Municipal de Música
Fechas: del martes 7 al viernes 10 de marzo de 2023
Horario: de 10.00 a 10.45 (1º turno) y de 11.00 a 11.45 (2º turno)
Tel. / email contacto: 986 810181 / musicanaescola@vigo.org

Talleres infantiles

Cada sábado, el área de Didáctica del MARCO organiza actividades para público infantil, inspiradas en las obras presentes en salas.

Con la colaboración de: Fundación “la Caixa”
Hasta el 28 de mayo de 2023
Horario: sábados de 11.00 a 12.30 (de 3 a 6 años) y de 12.30 a 14.00 (de 7 a 12 años)
Previa inscripción: tel. 986 113900 Ext. 100 / 986 113908 / email: recepcion.marco@gmail.com

Espectáculo de títeres: “Unha noite no Trasmundo”

Concebido como homenaje a la vida y obra de Laxeiro, este viaje onírico lleno de aventuras está protagonizado por “Pepiño” y otros personajes presentes en los cuadros del artista.

Producido por Títeres Natuacasa
Para público infantil y familiar
Fechas y horarios pendientes de confirmar

INFORMACIÓN GENERAL / DOCUMENTACIÓN / ACTIVIDADES

Información y visitas guiadas

El personal de salas está disponible para cualquier consulta o información relativa a la exposición, además de las visitas guiadas habituales: todos los días a las 18.00 / Visitas ‘a la carta’ para grupos, previa cita.

Rutas interactivas a través de la App Vigo

El nuevo sistema de rutas interactivas a través de la App Vigo permite a los visitantes acceder a todo tipo de contenido sobre la exposición (vídeos, imágenes, información específica sobre las obras), sea en el propio espacio mediante los beacons o dispositivos bluetooth situados en salas, o en cualquier otro lugar, siguiendo la ruta desde la pantalla del móvil unha vez descargada la aplicación, o a través de la web del Concello de Vigo.

Síntesis del proyecto

BREVE RECORRIDO POR SALAS 

1

Entre 1921 y 1925, Laxeiro vive en Cuba. Durante su estancia en La Habana, ve exposiciones de Ignacio Zuloaga y Jesús Corredoyra. Laxeiro es todavía niño, pero retiene imágenes e ideas. Años más tarde, siendo ya pintor maduro, señala: “Estas exposiciones fueron las que me hicieron estremecer en todo lo que llevo de pintor en mi ser”. Sea más o menos literal el recuerdo, señala a Zuloaga y Corredoyra no como compañeros sino como punto de arranque para pintar, consciente de lo que ya habían conseguido ellos. Pintores hechos frente a quien se inicia, se sorprende y realiza sus primeras selecciones; pintores densos, de carnes, de color y sombras.

2

Autorretrato e iconografía. Los autorretratos delatan, con frecuencia, los anhelos del pintor: algunos, siendo jóvenes, se retratan maduros, afirmando quizá la condición que quieren alcanzar. Laxeiro se refleja fiel a su momento y al lenguaje de su pintura. Lo que define pronto son sus temas iconográficos predilectos, a los que vuelve en distintos momentos: la vida, la pintura, el carnaval, los niños, los músicos, las escenas familiares, la síntesis de relatos populares reales o ficcionados, los retratos, la pintura de gesto, la mancha, el color… Imágenes de composición cerrada, con algo de relato teatral, de escena que arranca ante nuestros ojos.

3

Los años treinta y el contacto con pintores cercanos, de preocupaciones afines. Época en la que se fijan modelos, formas de pintar, iconografías e ideario. La pintura como mandorla y la nube como composición, el apoyo en el trazo del dibujo. La relación entre las figuras y entre ellas y el paisaje o la arquitectura: las referencias a lo rural, a la escultura románica. Pintar Galicia, definir un nuevo arte gallego, asumir un compromiso estético y político. Revisar la tradición con el deseo de dar un paso hacia las nuevas propuestas. Temas afines y un vínculo común (Galicia, sus valores), en un intento de representarla de un modo nuevo, menos costumbrista, gracias al lenguaje de la pintura.

4

La construcción del cuadro, la elección de los materiales. En Laxeiro hay un debate entre figuración (necesidad de pintar por capas, matizando) y gesto libre (su facilidad como dibujante, haciendo correr el pincel). Lo resuelve al descubrir que la clave es la composición, la estructura interior del cuadro, algo que intuía cuando los empezaba por el dibujo. Ágil y rápido para ver, se fija en el románico, en el paisaje gallego (las montañas), y plantea una propuesta personal, de composiciones abigarradas, de adaptación al marco, de imágenes que se apoyan y justifican en la relación que mantienen. En su pintura, las figuras tienen peso y se anclan en la tierra, como esculturas hechas de densidad. 

5

Frente a la imagen de Laxeiro como personaje alegre, pintor de lo cotidiano, de lo próximo, su pintura es densa y dramática, como la fiesta popular. Lo popular es alegría y celebración, pero también drama, dolor, una línea muy unida –vivida– en el mundo rural, en los dichos y proverbios, en la religión, en los símbolos, en los juegos, en los cuentos y fabulaciones, en la literatura, en ese lenguaje oral del que se nutría Laxeiro. Como en las obras de los grandes novelistas de los que fue amigo, en las pinturas de Laxeiro conviven escenas, escalas, acciones, relatos, pero todo regido por un orden aparente. Y suceden muchas cosas en el interior del cuadro.

6

Todo artista tiene sus “afinidades electivas”. Laxeiro reconoce su alegría cuando ve o coincide con Gutiérrez Solana, Vázquez Díaz o Benjamín Palencia, a los que podemos sentir cercanos por defender la independencia de sus propuestas: en apariencia más próximo el modo de pintar de Solana, mientras Vázquez Díaz muestra composiciones que asimilan un cubismo casi cálido, paisajista, o Palencia la paleta de un paisaje diferente. O encuentros, como la manera de estructurar el cuadro de Torres García junto al pintar orgánico de Maruja Mallo, que permiten entender la contemporaneidad de los cuadros que Laxeiro plantea como retablos o vidrieras.

7

Rembrandt y Goya son dos referentes intemporales para Laxeiro. Rembrandt y la densidad de la pintura, el gusto por la materia, por el matiz. Pintar añadiendo capas, pintura de carnes y apariciones. La actitud de Goya pintando escenas cotidianas a las que añade sentencias, detenerse en lo que la imagen dice e insinúa. El gusto por ver aparecer la pintura, el interés por opinar desde la pintura. Y junto al pintor que busca e investiga, el dibujante ágil, rápido y seguro, con puentes con Castelao y Seoane.

8

Entre 1950 y 1971, Laxeiro vive en Buenos Aires y su pintura se hace más libre en el gesto, pero densa y expresiva, hasta dialogar con naturalidad con las propuestas informalistas europeas. Frente a la dimensión de Saura, la cercanía de Canogar a la grieta, al grito, pero también al homenaje a Rembrandt, los retratos, las cabezas de Laxeiro delatan sus devociones (como le ocurre a Seoane en su famosa carpeta de grabados). Difícil imaginar un grupo que señale mejor una época y el carácter individual de la propuesta de Laxeiro. 

9

Frente al empeño localista por encerrar a un artista en un lugar, en una geografía, atreverse a analizarlo desde su práctica de la pintura. ¿Por qué no ver a Laxeiro como un raro al estilo Derain? Un pintor que pinta lo que quiere, que vuelve sobre sus temas y escapa hacia lugares complicados. Que si mira a Picasso es capaz de unir el drama del Guernica con la sensualidad de sus figuras más clásicas; que no parece desdeñar al último De Chirico o a Picabia. Una vez establecida una historia oficial del arte gallego, que por oficial no deja de asumir cierta borgiana infamia, ¿por qué no mirar de frente la obra y detenerse en lo que siempre queda en los márgenes?

10

¿Y si buscamos orden en el Laxeiro más suelto y colorista? Ese que es consciente de su facilidad, de su dominio, y pinta “como si nada”, como quien pasea, como quien habla o dibuja. Otros artistas cercanos se apoyan en la fuerza del color, o en la composición, incluso en cierta geometría manual, cálida, de collage. Laxeiro como “pintor viejo” (Tiziano, Matisse), atrapado por la pintura, convertido en pintura. Durante años se esforzó en componer obras cerradas, que apoyaba con frecuencia en un grueso dibujo previo, y con la madurez sabe que pinta incluso en el aire, que es pintura.

11

Si la pintura fuera un recorrido lineal, juzgarla sería más fácil. Afortunadamente no lo es, y lo atractivo es revisarla según los criterios de cada época. Laxeiro es autor de cuadros incontestables, con independencia de su época, tamaño o factura, y de un runrún de dibujos y pinturas que le garantizan el eco de la cercanía. Cuando se selecciona vemos que el mismo pintor busca definir un cuadro y ajustar una composición, pero en la madurez es capaz de deconstruir la imagen sin rebajar la pintura, quizá de forma inconsciente, por seguir investigando. Las multitudes de Grosz, las batallas de Paolo Uccello, las fugas de Ensor: los laxeiros en Laxeiro.

Texto curatorial

El 1 de abril de 2022, la Real Academia de Belas Artes decidió dedicar el Día das Artes 2022 a José Otero Abeledo “Laxeiro” (Donramiro-Lalín, Pontevedra, 23 febrero 1908 – Vigo, 21 julio 1996), hasta el 1 de abril de 2023, cuando le tomará el relevo el siguiente homenajeado, Martín Códax.

Pensando en la fortuna crítica de Laxeiro, el MARCO, Museo de Arte Contemporáneo de Vigo, organiza una exposición distinta a las realizadas hasta ahora sobre el pintor: se trata de mostrar una excelente selección de obras suyas y ponerlas en el contexto del arte de su época, junto a las de otros artistas que Laxeiro miraba con atención, o que plantean referencias de diálogo. Como ejemplos de lo primero, las pinturas de Ignacio Zuloaga o Jesús Corredoyra, que Laxeiro vio en La Habana; las de los años treinta de Arturo Souto, Manuel Colmeiro o Carlos Maside. Obras de diferentes épocas de Castelao, Asorey, Maruja Mallo, Luis Seoane o Torres García. Entre las “devociones”, Gutiérrez Solana, Vázquez Díaz, Benjamín Palencia, Miró o los más tardíos Antonio Saura, Rafael Canogar o Washington Barcala. Como notas atemporales, Rembrandt y Goya, homenajeados muchas veces por Laxeiro, y presentes con obra gráfica.

No se trata de una propuesta de cierre, de conclusión, sino de inicio, de debate, con la que se incide en la necesidad de estudiar a Laxeiro en el contexto del arte de su época, junto a otros artistas. En esta exposición apenas hay datos biográficos pero sí pintura; el recorrido está pensado para pasear y facilitar los diálogos entre las obras.

La muestra tiene un sentido cronológico no estricto, buscando conexiones visuales rápidas. Textos y cartelas señalan rasgos o relaciones que facilitan el seguimiento. El planteamiento expositivo potencia el acercamiento a un artista que fue intuitivo y sagaz; un personaje divertido pero nada frívolo como pintor, incluso con frecuencia dramático en sus búsquedas, en sus hallazgos. Un artista culto, que sabía dónde buscar sus referentes, tanto en la vida como en el arte, en las fiestas populares o en los museos; un ojo avizor capaz de expresar la unión entre dolor y alegría. Al repasar su obra parece claro en qué momentos se detenía con atención, sobre qué debates volvía una y otra vez, a qué se enfrentaba cuando iniciaba un cuadro.

La exposición cuenta con obras de las colecciones del Concello de Vigo (de la Fundación Laxeiro y del Museo Municipal Quiñones de León), pero también de coleccionistas particulares y de museos e instituciones gallegos y de otras comunidades. De especial importancia es la presencia de obras del Museo de Bellas Artes de Bilbao, así como los conjuntos de las colecciones ABANCA y Afundación, de las galerías Montenegro y Artemanz, y de colecciones que, pese a ser privadas, son conscientes de guardar tesoros públicos. Nuestro agradecimiento a todos por su generosa complicidad.

Miguel Fernández-Cid
Comisario de la exposición